Cuando no encuentres agua visible a simple vista, no te desesperes, hay varios métodos para localizarla de manera eficiente.

Cavar cerca de ríos secos

Los ríos secos o cauces abandonados pueden ser una fuente subterránea de agua. La humedad suele acumularse debajo de la arena o tierra suelta.
Pasos:
Cava a unos 30 cm de profundidad cerca del cauce o río.
En lugares secos, busca huecos en la arena o barro donde el agua subterránea pueda estar acumulada.
Si el suelo es húmedo, el agua probablemente esté cerca, y podrías empezar a ver gotas en tu excavación.

Buscá plantas y árboles para almacenamiento natural

Varias plantas almacenan agua en sus tallos, hojas o raíces. Algunos ejemplos son:
-Cactus: algunas especies como el sabra o sahuaro almacenan grandes cantidades de agua en su interior. Cortá la base o una parte de la planta, extrae la pulpa y exprímela.
-Bambú: algunos tipos de bambú almacenan agua dentro de sus nudos. Al cortar un nudo, el agua puede salir.
-Árboles: hay árboles como el sauce o acacia tienen raíces profundas que alcanzan agua subterránea, lo que puede ser útil cuando no hay ríos cercanos.

Seguir el rastro de los animales

Los animales también necesitan agua para sobrevivir, y sus caminos suelen llevarte hacia fuentes de agua.
Mamíferos grandes: se dirigen hacia fuentes de agua al amanecer o al atardecer. Sus huellas y caminos suelen ser visibles en la tierra.
Aves: las aves como las palomas o patos siempre se acercan a cuerpos de agua. Si las seguís, podes encontrar un arroyo o lago.
Insectos y pequeños animales: las hormigas, abejas o insectos como las libélulas también se agrupan cerca del agua. Ver sus rutas puede ser una pista de dónde encontrarla.

El agua es lo más importante en un entorno de naturaleza, aprende a como buscar agua en la naturaleza.